La película que nos ocupa hoy
cuenta la sencilla y bella historia de la inocente correspondencia entre una
niña de ocho años de los suburbios de Melbourne y un señor obeso, judío de
mediana edad que vive en Nueva York y que padece síndrome de Asperger. Al
principio podría parecer que Mary y Max tienen poco o nada en común, pero con
el transcurso de los años, la amistad que parecía imposible se va cimentando en
charlas sobre cualquier tipo de tema: mascotas, religión, autismo, agorafobia.
Una película recomendada para los que tienen amistades extrañas o que se
sienten un poco “ovejas negras” de la sociedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario